Cuando dos personas se aman y se compenetran totalmente se refleja en las fotos. Y esto es lo que me han regalado Inma y Manu, una boda llena de amor, complicidad, sonrisas, cariños y mucha felicidad.

Si ya en su Preboda me cautivaron con su sencillez y sus muestras de afecto el uno por el otro, en el día de su Boda no me esperaba menos. En casa del novio no existían nervios, ni prisas, todo preparado para ir capturando momentos bellísimos mientras su hijo ayudaba a Manu a vestirse, junto a su hermana, y padres, unos momentos inolvidables que nunca olvidarán.

Y lo de esta novia tiene mérito, cuando llegué al hotel donde se arreglaba Inma, en la Torre de los Guzmanes en La Algaba, Sevilla,  me encontré una novia sonriente, tranquila y preciosa para disfrutar de su gran día. En su habitación hicimos fotos con sus seres queridos, desde su tío, su hija, sus hermanas y su madre, unos recuerdos únicos y muy emotivos. Y el momento más especial fue el que vivimos al salir la novia del, donde la esperaban todos sus familiares y amigos que venían desde Málaga para acompañarla en su Boda.

La ceremonia, en los Salones Atalaya, en Alcalá del Río, Sevilla, fue elegante, bonita y con una banda sonora, preciosa, de voz y guitarra que nos iba endulzando los oídos durante el acto. Después, ya en la recepción y dentro del salón,  se sucedían las de cariño y risas, sobre todo, diversión de los novios con los invitados, familiares y amigos con los que los recién casados se dejaron llevar para gozar de su día.

Gracias por dejarme ser partícipe del día más importante de vuestras vidas, lo he disfrutado mucho y ahora vamos a por la Postboda, jajajja.