Con esta pareja ha sido un placer trabajar, desde la preboda comprobé que se amaban con locura y estos jóvenes derrochaban amor en cada imagen que me regalaban en el día más importante de sus vidas.

Cuando llegamos a casa del novio, en la localidad sevillana de La Campana, nos esperaba casi toda la familia y Javier, un novio muy elegante con un traje con mucho estilo. Si en el reportaje de preboda él estaba más tranquilo, en este día, reflejaba más nerviosismo, pero poco a poco fue mostrándose como es él, un muchacho simpático y alegre, y fue sonriendo a la cámara. Sus hermanos y padres le fueron arreglando, en unos momentos muy emotivos en el que no faltaron las lágrimas.

Ya en casa de Lourdes, cuando llegó de la peluquería vimos que llevaba un recogido muy bonito con un tocado floral muy apropiado para ella, y cuando se puso el vestido, nos deslumbró con su belleza y buen gusto. Hicimos sus fotos resaltando su sonrisa y los detalles que le acompañaban, abanico, zapatos, ramo, pendientes, y terminamos con las fotos de familia y unos regalos que entregó a sus padres y quienes no pudieron contener su emoción en el día más especial de su hija.

Cuando llegamos a la iglesia, el novio esperaba en el altar y a la entrada de su mujer rodeada por la luz externa, los sentimientos afloraron y fue un instante precioso cuando se dieron la mano. Durante la ceremonia los novios nos regalaron miradas cómplices y caricias, hasta que llegó el momento principal con la entrega de alianzas y arras y donde la pareja se fundió en un maravilloso beso.

Al llegar a la hacienda, con los novios ya más relajados realizamos unas fotos preciosas, en las que nos conquistó la luz natural que se dejaba ver entre los árboles del entorno. Sin que los novios se soltaran de la mano y no dejaran de mirarse, sonreirse y besarse continuamos por este maravilloso espacio que nos mostró sus varios encantos, como un caserío con una terraza para disfrutar del atardecer y, por último, un fabuloso semental que hizo las delicias de Javier, que adora estos animales.

Durante la celebración, también hubo momentos emotivos, cuando los recién casados entregaron regalos a sus familiares. Y por supuesto no faltó la diversión con los amigos que animaron la boda durante la cena y en la barra libre.

Una boda maravillosa, con unos novios encantadores y a los que les deseo toda la felicidad del mundo. Gracias por confiar en mi