Un bebé siempre es bonito retratar, también es complejo por la incomodidad, el sueño, los llantos pero cuando procesas las fotos y las enseñas a los padres y se emocionan al tener ese recuerdo que los acompañará el resto de su vida, siento un gran orgullo que hayan confiado en mí, una vez más, despues de la boda y el embarazo, para que sea yo quien inmortalizase estos momentos.

Francisco Javier es un niño adorable, y con tan pocos días de vida me ha conquistado el corazón, por su buen comportamiento y por su sonrisa al mirar al objetivo. Se portó de lujo, dejándose colocar como yo necesitaba, dejándome trabajar muy cómodamente, sin protestar por cada atrezzo que le iba poniendo y qué más decir, así da gusto realizar mi profesión.

Estoy muy contenta con las fotos y deseo que reflejen lo que pretendía captar, un bebé que regala paz y amor, todo el que le va a demostrar a sus felices padres.

Os deseo toda la suerte del mundo con vuestra nueva etapa en la vida y que seréis unos buenísimos padres.