La boda de Cristina y José Antonio en Sevilla merecía un reportaje especial, porque ellos se lo merecen , porque son una pareja maravillosa y buenísimas personas. Cuando realicé su reportaje de fotos de la preboda sabía que me encantaría su boda, porque transmiten amor, se quieren y eso es fundamental para poder captar imágenes tiernas y románticas.

Evidentemente este día había nervios, son muchos meses preparando este momento y quieren que todo salga bien, y salió de lujo. Cuando llegamos a casa del novio estaba todo listo para empezar a disparar con las cámaras, mientras José iba vistiéndose con su elegante traje de chaqueta nosotros íbamos captando momentos muy emotivos.

Ya en casa de Cristina seguimos con nuestro trabajo, tomando imágenes de los momentos previos, el ramo, el traje colgado, los zapatos,… Hasta que apareció la novia con su espectacular vestido, radiante y preciosa que estaba. Con una sonrisa tan bonita y una mujer tan elegante, las fotos no podían salir mal, y poco a poco fuimos fotografiándola con los momentos más tiernos, puesta de liga y entrega del ramo del padrino, su hermano, puesta del velo por su madre, la llegada de su amiga….

Y llegó el turno de la ceremonia, que  se celebraba en la majestuosa Iglesia de la Magdalena, en Sevilla. Un entorno bellísimo que enmarca divinamente este gran evento. Con la llegada de la novia afloraron los nervios, las lágrimas resbalaban por las mejillas y todo estaba dispuesto para comenzar un bonito enlace.

Al término de la ceremonia la tocó el turno al reportaje de exteriores, y el sitio elegido no podía ser otro que los espectaculares Reales Alcázares de Sevilla. Durante el  tranquilo paseo que fuimos dando y mientras hablábamos con los recién casados, íbamos captando imágenes en la que se podía apreciar el amor que sienten el uno por el otro, la complicidad y la bonita pareja que hacen.

Una vez que llegamos al salón Atarazana, en Guillena, Sevilla, los novios se relajaron del todo, y pudieron disfrutar de su boda junto a su familia y amigos más allegados en una celebración íntima, en la que tampoco faltaron momentos emotivos, pero sobre todo, los momentos de risas, diversión y cachondeo.

Una preciosa boda que he tenido el placer de hacer, gracias a los novios que han confiado en mi para inmortalizar su enlace. Os deseo toda la felicidad del mundo. Ah y pronto os enseño el reportaje de Postboda,jaajja.