Siempre digo que tengo unas parejas maravillosas, pero es que es verdad, es que lo digo con todo mi corazón, y es que Carlos y Carmen son simplemente unos novios preciosos. ya en la pre boda me lo dejaron ver, una pareja enamorada, simpática, tierna, romántica, divertida, y con estos ingredientes solo podía salir una Boda espectacular.

El novio se vistió en el Hotel Vértice, en Bormujos, Sevilla, acompañado por su madre y entre nervios y risas fue preparándose para el momento de convertirse en el marido de Carmen. Carlos estaba muy elegante, un novio muy guapo para acompañar a una preciosa novia.

Ya en el Hotel, Sevilla Congresos, donde se arreglaba Carmen, vivimos unos momentos muy bonitos, sus padres estaban con ella, y las emociones afloraban viendo a su hija tan bonita en el día más especial de su vida. Los pendientes eran muy elegantes, el ramo colorido, los zapatos super ideales y el traje, ufff, espectacular, y cuando se lo vimos a la novia puesto nos quedamos sin palabras, estaba radiante.

La ceremonia, aunque empezó con retraso, la novia se hizo esperar,jajaja, transcurrió de forma muy emotiva, y en un ambiente muy acogedor como es el la Iglesia del Santo Ángel en Sevilla y con un grupo que nos iba deleitando con una música preciosa. Los familiares iban hablando con unas lecturas apropiadas para ellos y el amor, y el momento más emotivo fue cuando la novia dirigió unas palabras al novio y su familia para agradecerles su apoyo.

El paseo lo dimos por el Parque Mº Luisa y Plaza España, un entorno emblemático de Sevilla y que enmarcaba a la perfección la gran historia de amor estos felices novios.

En el salón, Hacienda Tierra Blanca en Salteras, se unieron las familias para pasarlo en grande, con detalles significativos de cada tierra de los novios, de Asturias del novio y de Andalucía de la novia. Y después de la fantástica cena que nos sirvieron, dio comienzo el romántico baile, donde los novios se fundieron en un intenso abrazo para mostrar su bonito amor. Una celebración por todo lo alto, en la que no faltó la buena y animada música, las sorpresas y los regalos, y todo para que los novios disfrutaran de un día que recordarán el resto de sus vidas.

Os deseo toda la felicidad del mundo, y ahora nos queda la postboda. Gracias por confiar en nosotros para inmortalizar su historia de amor.