Una sesión familiar siempre es hermoso, pero cuando los padres se adoran tanto y le demuestran ese inmenso amor a su bebé es un placer tener la suerte de inmortalizar estos primeros momentos de vida juntos.

Ángel se ha convertido en todo un modelo, un niño maravilloso que se portó de lujo, sin llorar y que me regaló sus sonrisas y también su amor por sus papis.

Mientras realizábamos las fotos le cambiamos las posturas y él se quedaba sin protestar y parecía que nos entendía perfectamnete, conquistando mi objetivo y mi corazón.

Enrique y Laura han demostrado ser unos padres estupendos, que aman a su bebé y que ha llegado para aumentar el amor en su hogar, ya repleto de felicidad.

Gracias por confiar en mi para retratar estos momentos tan bonito, durante el embarazo y ya con el nacimiento de vuestro hijo. Os deseo toda la felicidad del mundo.